Estaba yo el miércoles por la tarde esperando a que llegase mi enano de la nieve, con un nudo en la barriga como siempre, es que por muy mayores que se vayan haciendo cuando no los tienes bajo tus alas parece que no tenga la protección suficiente.
Os tengo que confesar que soy una madre muy muy pesada, de esas que si no lo tiene a la vista durante una milésima de segundo ya está pensando que le ha pasado alguna cosa, vaya, que se dejaron un cachito del cordón umbilical sin cortar.
Me imagino cuando se me haga mayor y tenga mal de amores, problemas con sus amigos, voy a tener 0 objetividad, voy a ser la peor suegra del mundo seguro.
Ostras, me he ido totalmente del tema, que horror, me pongo ante el teclado y pierdo la cabeza.
Pues eso, que estaba yo el miércoles, ya sabéis haciendo qué (que si no me voy otra vez del tema), y quería ahogar mis "penas" en algo dulce, pero no tenía nada hecho en casa, y pensé en este socorrido postre, por otro lado uno de mis favoritos, y muy muy sencillo de hacer.
Esta
receta me la pasó una compañera de la oficina, que, lo siento un horror, pero no recuerdo su nombre, que me perdone si lee esto algún día, y que también me pasó las
recetas de mi adorado Coulant de chocolate (esto si que ya me supera, es mi preferido entre los preferidos), y el Brownie, a ver cuando os las paso, pues son todas supersencillas de hacer.
Os voy a dar la lista de los ingredientes:
Para la masa:
- 250 gr de harina para pizzas (la que lleva la levadura incorporada, si no tenemos podemos hacerla con harina normal pero incorporar medio cubito de levadura fresca).
- 25 ml de aceite de oliva virgen.
- 100 ml de agua templada.
- Una pizca de sal.
Para la cobertura:
- Azúcar.
- Anís.
- Aceite de oliva virgen.
En primer lugar hacemos la masa, que es exactamente la misma que utilizamos para la pizza, el pastel de queso y cebolla, etc, como veréis por mis recetas para mí es muy socorrida.
Ponemos en un bol la harina con la sal, hacemos un pequeño agujero en el centro e incorporamos el agua templada y el aceite y amasamos hasta que tengamos una consistencia tal que no se nos enganche en los dedos, si hace falta podemos incorporar más harina en el caso de que nos haya quedado muy liquida, o más agua si nos ha quedado demasiado desmigada, la textura que necesitamos es como la de la foto.
Una vez la tenemos en su punto la tapamos con un trapo de cocina y la dejamos reposar como mínimo 1 hora.
Cuando ya vayamos a preparar las cocas ponemos el horno a precalentar a 240º, arriba y abajo.
Volvemos a trabajar la masa en el mármol, previamente enharinado para que no se nos enganche, y dividimos la masa en 8 pequeñas bolas.
Antes de continuar deciros que yo he hecho las cocas pequeñas, normalmente se hacen el doble de largo de lo que yo las hice, es decir con estas medidas saldrían 4 cocas largas, pero a mi me parecen más apetitosas hacerla pequeñas, y como además luego voy repartiéndolas por todos lados, me salen más, jejejeje.
Hacemos con cada bola una forma de croqueta y empezamos a estirar con el rodillo.
Tienen que quedar alargadas.
Ponemos papel de horno en la bandeja y ponemos las que nos quepan (en mi caso 4 por hornada).
Las pintamos con abundante aceite por toda la superficie, una vez pintadas les echamos todo el azúcar que queramos, esto va a gustos, pero que quede lo más repartida posible.
Y ya están listas para entrar al horno.
El tiempo en este caso dependerá del horno, el punto para saber que están hechas es que tengan un color dorado, como en la foto inicial.
El paso más importante viene ahora.
En cuanto sacamos las cocas del horno, inmediatamente, y sobre todo, inmediatamente, las pintamos en su totalidad con anís, esto es lo que nos cristalizará el azúcar y le dará la forma de vidre (cristal).
En este punto es cuando tendremos el aroma característico de este
postre.
Y ya solo nos queda esperar a que se enfríen, y comérnoslas, os aviso que son adictivas.
Hola Madraza!!!
ResponderEliminarRelájate, que ya crecerán y no te quedará otra que ir soltando amarras, por mucho que nos cueste.
Tengo una duda, no sé si razonable, jeje.
Dices que utilizas harina bizcochona y que dejas reposar 1 hora, imagino que será para que leve la masa, pero es que la harina bizcochona, lleva levadura química y bicarbonato, que nunca van a levar. Me confunde también que recomiendes, si no tenemos este tipo de harina, ponerle levadura fresca, esto si que me cuadra más con el reposo.
Quizá te refieras a la harina que ya viene preparada para hacer pizzas?? Esa si que tiene levadura de panadero incorporada.
Qué lío, par diez.
Espero aclaración, que me ha encantado ese toque de anís final.
Besos
Ostras Anaaaaaaaaa, mil gracias, tienes razón, me he equivocado es harina para pizzas, ahora mismo lo corrigo, upsssssssss, que me he liado con la parte maternal y se me ha ido el santo al cielo.
EliminarGracias por tu apunte.
Besos
Corregidooooooooo. Me encanta que estés al quite.
EliminarGracias, voy a tomar nota, que tienen que estar requísimas.
EliminarAquesta a casa vola! Trobo que és una coca insuperable.
ResponderEliminarA nosaltres ens passa el mateix, tenim una legió complerta d'admiradors, a més és tan senzilleta de fer.
EliminarPetons
Una me comía yo ahora, ¡qué ricas se ven! Vengo de la fiesta de enlaces, besos.
ResponderEliminarGracias por visitarme, están de vicio te lo puedo asegurar. Un beso. Yolanda.
EliminarQué pinta mas buena!!
ResponderEliminarVengo de la fiesta de enlaces.
Gracias Angeles, ni te cuento lo ricas que están. Un beso. Yolanda.
Eliminaraqui en Valencia se llaman "coques fines" y están de miedo.....
ResponderEliminarGracias Amparo, no lo sabía, pero también tiene mucho sentido por que son muy muy finitas, y estoy de acuerdo, están ummmmmmmm......... Besos. Yolanda.
EliminarUisssssssssss...ja me l'apunto!!! Nena, té que està de vici!!! No sabía que era tan fàcil de fer. Petonets domingueros!
ResponderEliminarDoncs ja veus, està tirada, y es espectacularrrrrrrrrrr, adictiva ja ho dic. Un petó molt i molt gran. Yolanda.
Eliminar