Tiene buena pinta no???? Pues ni os cuento como estaba, y con el frío que está haciendo últimamente sienta de maravilla.
Aclararos en primer lugar que yo no uso ni olla exprés, ni Thermomix, ni casi nada, por lo cual calcular unas tres horas mínimo para que os de tiempo a preparar esta receta, pero es que si además lo hacéis de un día para otro os lo comeréis en su máximo apogeo.
Vamos con los ingredientes para 4 personas:
- Sofrito, os dejo el enlace para no tripitirme.
- 500 gramos de carne de ternera para estofado.
- 500 gramos de carne de ternera para estofado.
- 2 hojas de laurel.
- 250 ml de vino tinto.
- 3/4 patatas medianas.
- Medio litro de agua.
- Colorante alimenticio.
- Un poco de harina.
- Aceite de oliva.
En primer lugar pasamos la carne por harina, que quede como rebozada. Ponemos aceite en la olla en la que vamos a cocinar el guiso (que cubra sobradamente la base) a fuego fuerte. Una vez tenemos el aceite bien caliente echamos la carne hasta que quede bien tostadita por fuera (se supone que esto se hace para sellar la carne y queda más buena después), no nos preocupemos por el interior, pues con el rato que la vamos a tener cociendo se nos va ha hacer más que de sobras.
Una vez está en este punto la sacamos y la guardamos en un plato a la espera de incorporarla más tarde.
En el mismo aceite (ahora tenemos que bajar el fuego bastante, yo en la vitro lo pongo al 5) echamos el sofrito y a hacer chup chup hasta que pierda todo el líquido.
Ahora volvemos a incorporar la carne y le echamos también el vino, y ala, otro rato a esperar (más o menos 15-20 minutos), para que pierda todo el alcohol, si no dejamos un buen rato el guiso sabría mucho a vino.
Ya empieza a tener buena pinta no????
Venga, vamos a por las patatas, las tenéis que partir a trozos, dicen que es mejor partirlas y no cortarlas, pues sueltan más almidón y todo el guiso coge consistencia, la verdad es que no lo he corroborado, pero por si acaso las parto. Echamos pues las patatas, las dos hojas de laurel y un poco de colorante (a mi me gusta el color amarillo que le da, aunque solo añade color, por lo cual no es ni mucho menos obligatorio) y dejamos 5 minutos más.
Llega el momento de añadir la sal, difícil en este punto decir la cantidad pues todo depende del gusto o las necesidades del consumidor.
No me diréis que no es fácil, pues yo estuve años teniéndole un respeto que no veas, ahora ya lo tengo dominado.
Si no le añadimos nada más nos quedará bastante caldoso, si os gusta más espesito sólo tenéis que sacar un poquito de caldo (cuando esté empezando la cocción) y mezclar un par de cucharadas de café de harina, cuando esté bien diluida incorporamos nuevamente al caldo y con ello conseguiremos que se espese.
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