Ufffff, puedo juraros que llevo desde la noche del día de reyes intentando elaborar este post, pero me he enredado para poder colgar las fotos (ya, ya, la calidad no es muy buena, pero tendremos que comprar un trípode, que los temblores son difíciles de controlar), después de mucho investigar ya se como se hace, así ya no tendré excusas de ningún tipo.
Pues, ya veis, también me atrevo con la repostería, aunque como en todo lo demás todavía soy una auténtica novata.
La verdad es que estas magdalenas están buenísimas, pero las tendré que hacer muy poco, pues engordan una barbaridad (puffff, que complicado es encontrar el equilibrio).
INGREDIENTES PARA 9 MAGDALENAS:
- 110 gr de harina normal.
- 100 gr de azúcar normal.
- 100 gr de aceite de girasol (también puede ser de oliva, pero a mi particularmente me resultan mucho más finas con aceite de girasol).
- Una cucharada de café de azúcar avainillado.
- Medio sobre de levadura.
- 2 huevos medianos.
- 100 gr de perlitas de chocolate negro.
ELABORACIÓN:
Lo primero que tenemos que hacer es batir los huevos con el azúcar (el avainillado también) hasta que blanqueen.
Lo primero que tenemos que hacer es batir los huevos con el azúcar (el avainillado también) hasta que blanqueen.
Una vez hecho esto añadimos el aceite de girasol y volvemos a batir.
Cuando todo esté bien mezclado añadimos la harina con la levadura, todo ello tamizado (yo utilizo un colador común, supongo que con el tiempo me equiparé mejor), y volvemos a mezclar.
Cubrimos el bol con papel film y dejamos reposar en la nevera como mínimo una hora.
Cubrimos el bol con papel film y dejamos reposar en la nevera como mínimo una hora.
Pasado este tiempo, y cuando ya vayamos a preparar las magdalenas, ponemos a precalentar el horno (sólo abajo y con ventilador), a 240 grados.
El precalentar el horno es básico y fundamental, si no las magdalenas no suben, os lo digo por experiencia, negativa por supuesto.
Vamos ya a preparar los moldes.
Se pueden rellenar con una simple cuchara, pero es mucho más sencillo utilizar una manga pastelera, pero en este caso precaución, pues como veréis la masa se pone en dos veces, con lo cual es conveniente tener a mano una pinza para tapar la manga con la que acabaremos de rellenar el molde.
En mi caso no utilizo ni boquilla, directamente pongo la masa en la manga y posteriormente recorto la punta.
Ahora ya empezamos poniendo un poco de masa que cubra las parte inferior del molde (más o menos la mitad de la que hemos hecho).
Ahora añadimos la mitad de las perlitas de chocolate.
Cubrimos con el resto de la masa (nos ha de quedar como unas dos terceras partes del molde, pues crecen mucho en la cocción y podríamos tener magdalenas derramadas), y finalmente le ponemos el resto de las perlitas de chocolate.
Ahora añadimos la mitad de las perlitas de chocolate.
Cubrimos con el resto de la masa (nos ha de quedar como unas dos terceras partes del molde, pues crecen mucho en la cocción y podríamos tener magdalenas derramadas), y finalmente le ponemos el resto de las perlitas de chocolate.
Ahora bajamos el horno a 210 grados e introducimos nuestras magdalenas.
Más o menos las tendremos listas en unos 12-15 minutos.
Otro detalle también básico, nunca abrir el horno hasta que las magdalenas no hayan subido, sino blufffffffffff, se nos irán para abajo, y seguro que buenas estarán, pero bonitas ya no tanto.
Para saber si están bien hechas hay que pinchar con un palillo, y si nos sale limpio, listassssssssss para comer (uissss, listas listas no, hay que dejarlas enfriar).
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