Ainsss, le he dado mil vueltas, en el fondo me parece una cosa tan y tan tonta que me preguntaba si merecía una entrada exclusiva.
Pero pensando en mi pasado culinario, uno de los grandes problemas que tenía era abrir los frascos de cristal que venían envasados al vacío.
Antes de conocer este truco había probado con todo, "abrefrascos" especiales (más trastos para la cocina), pegarle en el culo del frasco para intentar romper el vacío, con ayuda de un trapo de cocina y una dosis de fuerza que no salía.
Muchas de estas veces no había forma, y al final desistía y utilizaba otra alternativa, pues el dichoso frasco se aliaba contra mí de una manera casi intimidatoria.
Y entonces un día, como un milagro, llegó mi hermana a casa y me encontró luchando a brazo partido con uno de estos frascos y me enseño lo que ahora paso a contaros.
Lo que vais a necesitar es, un cuchillo, y ya está, simplemente un cuchillo no hay más.
Venga que va el truco.
Se trata de hacer un poquito de palanca entre la tapa del frasco y el cristal, hasta que se oye un "clack" que quiere decir que hemos roto el vacío, y listos, con una elegante suavidad giramos la tapa y listos.
Ya se que el 95% de los que leéis mi blog ya lo sabíais, pero si esto le sirve al 5% restante, es más, con que le sirva a una sola persona ya me doy por satisfecha.
Y esto es todo por hoy, lo próximo será receta lo prometo.
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Un beso enorme a todas/os.
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Yolanda.